Que el sindicato tenga un papel en el desarrollo de los pilares fundamentales de la Ley, potenciando su participación más allá del Foro de Alto Nivel, era y es un elemento fundamental de este anteproyecto, en opinión de CCOO de Industria.
Otra cuestión clave, en opinión de este sindicato, es que se articulen herramientas, como las mesas de reindustrialización en los procesos de reestructuración de las empresas. Este elemento, junto a otras medidas, debería ayudar a paliar los efectos de estas reestructuraciones y contribuir al cambio que la industria necesita. El objetivo es evitar la fuga de empresas que el país sufrió en anteriores transformaciones y que impactó de lleno en quienes trabajan en la industria.
Gracias a la autonomía estratégica, esta Ley también permitirá impulsar los sectores productivos y ganar en la soberanía industrial que el país necesita. En anteriores crisis se puso de manifiesto que fueron los países con más soberanía industrial los que las superaron en mejores condiciones. La Ley de Industria, el Pacto de Estado que la debe acompañar y su aprobación en el Congreso son, sin duda, una oportunidad.
La modernización de los procesos y la agilización administrativa; la gestión de los fondos públicos; la definición de ecosistemas industriales; los PERTE; la formación y la recualificación de las personas que trabajan en la industria; la oportunidad de creación de empleo industrial para mujeres y jóvenes y que la descarbonización, la sostenibilidad y la circularidad de los procesos industriales estén presentes en la transformación industrial, son los hitos a los que esta Ley debe dar respuesta.
Además, son los objetivos que el sindicato se propuso alcanzar en el proceso de construcción de esta normativa. Ahora, velará por su cumplimiento y ejecución.
