El consejero ha recordado que la Estrategia Cántabra de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2028 establece como objetivos todas las líneas de actuación dirigidas al fortalecimiento de instituciones dedicadas a la prevención de riesgos laborales, así como a reforzar el papel del Consejo Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo como órgano consultivo y de participación institucional en la materia del Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo, del que forman parte los agentes sociales firmantes de los convenios.
Arasti ha destacado la importancia que supone que la prevención de los riesgos laborales y el fomento de la salud en el trabajo se lleven a cabo por parte de todos los estamentos implicados, y en este sentido ha hecho un llamamiento a los representantes de empresarios y trabajadores resaltando que en los ambientes laborales seguros hay más estabilidad, aumenta la eficacia y se genera una mayor armonía en los centros de producción, además de constituir “un claro síntoma de madurez de una sociedad avanzada y responsable”.
La ayuda económica de la Consejería de Industria se destina para que estas organizaciones lleven a cabo acciones de diversa índole relativas a la asistencia técnica y asesoramiento, organización de jornadas técnicas, actividades formativas y celebración de foros como espacio de encuentro para intercambiar opiniones, reflexiones y análisis sobre aspectos que afectan al desarrollo profesional de la prevención de riesgos laborales, así como publicidad y difusión de la cultura preventiva.
También se contempla una atención especial al proyecto de empresa saludable, a la seguridad vial, la salud psicosocial, la gestión emocional de los conflictos, la prevención de la violencia laboral y la ergonomía para evitar trastornos músculo esqueléticos.