Este programa cuyo presupuesto es de 200.000 euros tiene como objetivo reducir la generación de residuos a través de su reutilización, así como la búsqueda de nuevas aplicaciones en la cadena productiva o la reducción en el consumo energético, entre otras. Todo ello enfocado a “mejorar la eficiencia en el uso de los recursos y favorecer un modelo de crecimiento sostenible”, según apuntan.
Este impulso de I+D en la industria busca optimizar los procesos productivos, además de contribuir a la generación de conocimiento y desarrollo de tecnologías con el fin de favorecer la transición desde “un modelo productivo lineal” a un “modelo regenerativo” capaz de prolongar tanto el valor como en utilidad de los recursos, limitando el uso de materias primas y energía.
Desde la puesta en marcha de la convocatoria en 2028 aseguran que han respaldado 30 proyectos de este tipo con una ayuda total de 852.000 euros movilizando más de 2,2 millones de euros de inversión.
Los proyectos que son susceptibles de apoyo están enmarcados en aquellos que contribuyen a la prevención o reducción de residuos, los que generen nuevas aplicaciones para materiales o residuos, los que favorezcan la eficiencia energética, proyectos que prolonguen la vida útil de los materiales y/o productos, y finalmente, los que tenga la capacidad de desarrollar nuevas tecnologías o procesos encaminados a la valorización de residuos. Asimismo, añaden que estos deberán enmarcarse dentro de la investigación industrial o desarrollo experimental y seguir las líneas de actuación del Plan de Residuos de Cantabria.
Respecto al presupuesto han establecido que esta convocatoria será subvencionable un mínimo de 10.000 euros con un máximo de 30.000 euros de ayuda por proyecto, pudiendo presentar un “único proyecto por empresa”.
La pequeña empresa puede alcanzar hasta el 70% en proyectos de investigación industrial y hasta el 45% en aquellos que sean de desarrollo experimental. En cuanto a medianas empresas pueden optar a ayudas hasta el 60% y 35% respectivamente. Por último, las grandes empresas podrán optar hasta el 50% y 25% como máximo.