La ejecutiva se refirió a una serie de datos de la industria farmacéutica “que no son visibles en general pero que son importantes”. Están recogidos por Farmaindustria en relación con la actividad de este sector productivo en 2022. El primer dato es que esa actividad alcanzó una cifra récord al conseguir llegar al 0,7% del PIB nacional, lo que se traduce en 8.000 millones de euros. Veníamos del 0,5-0,6% y esa subida “es algo extraordinario”, estimó.
Por otro lado, la industria farmacéutica supera el 20% de la inversión total industrial en España. Es el sector que más aporta y lo hace en un entorno regulatorio “extremadamente complejo”. Entre las actividades realizadas, es preciso mencionar las relativas a I+D donde se ha destinado 1.400 millones de euros en 2022, de los cuales la mitad se han invertido en investigación clínica, es decir, en el cuidado de la salud y la calidad de vida de los pacientes.
El “credo” de Johnson & Johnson tiene como objetivo final el cuidado de los pacientes. Y esa faceta cuidadora no es solo externa, sino que también se extiende al interior, incluyendo a los empleados y lo operativizan mediante su programa de diversidad, equidad e inclusión
En términos de empleo, la industria del medicamento es un referente en empleo cualificado y de calidad, de empleo en términos igualitarios. De hecho, casi el 53% son mujeres, pero “queda camino por recorrer”, porque el porcentaje de presencia femenina en los órganos de dirección cae ocho puntos hasta el 45%. “Hay que seguir trabajando para empoderar a las mujeres”, significó. Y ese trabajo debe ser conjunto, de hombres y mujeres.
Medrán también se detuvo en la importancia de eliminar los sesgos inconscientes de género y dijo que su empresa tiene un programa específico destinado a que sus empleados eviten esta clase de comportamientos. También dispone de un programa de diversidad, equidad e inclusión donde participan voluntariamente empleados en programas concretos.