“No soy farmacéutica, no es necesario serlo”, arrancó diciendo Álvarez, quien lleva más de 30 años en esa área productiva. “Entré como comercial y ahora soy directora general. Me he enfrentado a muchos retos y he disfrutado mucho por los avances profesionales y personales”.
La directiva de Bial aplica las enseñanzas del ikigai, un concepto japonés “para tener una vida larga y feliz” que parte de cuatro premisas: hacer “lo que te gusta, lo que sabes hacer bien, lo que el mundo necesita y que te paguen por ello”.
Después de señalar la importancia de la formación continua y de la “actitud de aprender”, Álvarez se detuvo en la trascendencia del talento “en varias dimensiones” como aporte de valor, como inteligencia y como aptitud. Y destacó tres conceptos: “el talento no entiende de género, el talento no tiene edad y el talento entiende de diversidad sin límites”.
“El propósito va más allá de la persona y la compañía; la esencia es contribuir a la salud de las personas, contribuir a curar enfermedades, a mejorar la calidad de vida de las personas enfermas”, remarcó la nueva integrante de la familia iTALKER, “pues las limitaciones les hacen sentirse más enfermos”.
En resumen, el sector farmacéutico “está lleno de oportunidades y vocaciones, lo que hace que sea tan atrayente” y pone “el talento al servicio de la salud”.