Según los datos que aportan ustedes, sólo el 20% de consejos de administración en España trata la innovación en sus compañías como algo prioritario, ¿es el mismo porcentaje en las empresas industriales?
Lo que es un dato rigurosamente cierto es que el enfoque hacia la innovación puede variar de forma significativa entre empresas en general, e incluso dentro del mismo sector industrial en particular.
También es un hecho cierto que las empresas industriales reconocen la innovación continua como una palanca de competencia, aunque esta no venga muchas veces impulsada desde el propio consejo de administración de la compañía. Muchas empresas industriales en España, especialmente las empresas familiares, no cuentan con consejos de administración. La creación de un órgano de gobierno con integrantes externos, un consejo, es un impulsor clave para la transparencia y la orientación hacia la sostenibilidad de la compañía. Es entonces cuando la innovación, impulsada desde el consejo, se convierte en un acelerador adicional para adaptarse a esta realidad cambiante actual.
¿Cuáles son las causas de que no nos podamos equiparar a Estados Unidos, Suecia y Suiza, por ejemplo?
La brecha en innovación entre España y países como Estados Unidos, Suecia y Suiza es consecuencia de un conjunto de factores. Uno de los factores clave es el porcentaje de inversión del PIB en I+D, donde España apenas supera un 1% mientras que Suiza triplica esta cifra.
Además, estos países han cultivado una cultura empresarial que fomenta la toma de riesgos y la experimentación, respaldada por co-inversiones gubernamentales que incentivan la innovación en diferentes sectores industriales. En España, aunque hay iniciativas y programas de apoyo a la innovación, la cultura empresarial no siempre propicia un entorno adecuado para la experimentación y el riesgo, lo que limita el desarrollo de nuevas ideas. Y el tercer gran factor sería el talento. España exporta talento a países donde el ecosistema de innovación está más desarrollado y ofrece más oportunidades, tanto desde la universidad, como a través de los acuerdos universidad-empresa y a nivel empresarial en general.
¿Cómo puede colaborar la Administración para fomentar la innovación en el sector privado y, concretamente, en el industrial?
La Administración desempeña un papel muy importante en el impulso de la innovación. Para ello, es vital ofrecer, además de políticas y regulaciones alineadas con los países líderes, acceso a programas de financiación como Horizonte Europa o, a nivel local, España Digital 2026. Otra área clave en la que la Administración debe enfocarse es la promoción de la colaboración efectiva entre empresas, universidad y/o centros de investigación. Suiza es, en este punto, referencia mundial en el desarrollo del ecosistema de innovación. Finalmente, un entorno regulatorio flexible que fomente la experimentación resulta esencial. Por ejemplo, Estados Unidos lidera el desarrollo de nuevos modelos de negocio basados en tecnologías emergentes, siendo un espacio ideal para la creación e implementación de soluciones innovadoras que, rápidamente, se han adoptado a nivel mundial (provocando el tsunami regulatorio posterior, recordemos el caso UBER).
¿Qué porcentaje de inversión en innovación sería el adecuado según el tamaño de una empresa industrial?
¿Qué responderían a esta pregunta? Jeff Bezos, considerando que Amazon es una de las empresas que más invierte en innovación en el mundo, o Amancio Ortega, considerando que Inditex continúa conquistando el mundo mediante la innovación en moda, modelo de distribución o personalización máxima a clientes? Claramente, no existe un porcentaje único ni ‘adecuado’ como inversión, por lo que sería apropiado preguntar a los empresarios: ‘¿Cuánto estás dispuesto a invertir para asegurar la sostenibilidad de tu empresa?’
¿Qué motivos daría a una empresa industrial, sobre todo a las pymes, para tener en cuenta estas inversiones?
Siendo conscientes que la comparativa es el ladrón de la felicidad, hay que abrirse al ecosistema empresarial y, a través de la innovación, buscar una cultura más atractiva para empleados y colaboradores, mejorar los procesos, buscar nuevos modelos de negocio y ser conscientes que invertir en innovación es una estrategia a largo plazo para asegurar la viabilidad y sostenibilidad de la empresa.
¿Cómo afecta los porcentajes de innovación en España en materia de competitividad a nivel internacional?
Un porcentaje bajo de inversión en innovación puede dejar a las empresas españolas rezagadas frente a competidores que adopten tecnologías emergentes y prácticas más innovadoras. Para mantenerse a la vanguardia, es crucial que las Administraciones Públicas incentiven incorporar la innovación en el ADN de las empresas. La inversión en innovación no solo beneficia a las empresas individualmente, sino que también contribuye al crecimiento económico del país y a su ecosistema empresarial y de talento.
En la actualidad, ¿la innovación ha de enfocarse fundamentalmente en la transformación digital?
La transformación digital ha sido un componente crucial de la innovación en los últimos años, más tras la adopción masiva y abrupta durante el COVID-19. Pero la innovación no se circunscribe solamente a la transformación digital. La innovación promueve la creación de ideas, la mejora de los procesos, la mejora de la colaboración en el ecosistema empresarial, la mejora de la satisfacción del empleado, del colaborador y de los clientes finales. La innovación, promovida desde todos los órganos de gobierno de una empresa, es una evolución en la forma en la que una empresa se desarrolla, crece y se asegura que es sostenible.
¿Qué políticas o circunstancias consideran que empujarían a aumentar el porcentaje de innovación en España?
Para aumentar el porcentaje de innovación en España, es vital implementar políticas que fomenten un entorno propicio. Esto incluye medidas como la simplificación de trámites burocráticos, la creación de incentivos fiscales para la investigación y desarrollo, el fortalecimiento de la educación en áreas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), y la promoción de la colaboración entre el sector público y el privado.
Sin lugar a dudas, crear conciencia sobre la importancia estratégica de la innovación y fomentar una mentalidad empresarial orientada hacia la creatividad y la experimentación, contribuirán a que un país sea, y sea percibido, como una región con un ecosistema empresarial innovador e interesante para la inversión y generación y atracción de talento.