De esta manera, se busca lograr un avance significativo en los niveles de inteligencia de estas máquinas, así como en su capacidad de adaptación tanto al operario como al resto del entorno de producción. La nueva generación de máquinas que resulte de este proyecto tendrá la capacidad de aprender de experiencias anteriores, autoprogramarse y aumentar su productividad. En caso de que ocurran situaciones imprevistas, como la rotura de una herramienta, serán capaces de actuar de forma autónoma para evitar daños mayores. Estas acciones no se llevarán a cabo de manera independiente, sino que se integrarán en una inteligencia colectiva en la empresa, comunicándose con otras máquinas y con los responsables de las distintas etapas del proceso productivo.
Nicolás Correa cuenta con las compañías Nidec Arisa, Danobat, Ibarmia, MTorres, Ona y Zayer para desarrollar el proyecto. Empresas internacionales especializadas en soluciones de mecanizado, rectificado, procesos no convencionales y deformación, con una tasa de exportación superior al 90%. También participa ATS-Global, proveedor líder de soluciones de software para una transformación digital inteligente. Como proveedores tecnológicos, se suman la Fundación Tecnalia, la Universidad del País Vasco (especialmente el Centro de Fabricación Avanzada Aeronáutica – CFAA) y la Universidad de Burgos.
El proyecto se enmarca dentro de las directrices de la Industria 5.0 a nivel europeo. Parte del concepto de Industria 4.0 desarrollado en los últimos veinte años (máquinas altamente sensorizadas, con una primera inteligencia y conexión a la nube para simular procesos y transferir datos), para ofrecer un enfoque más amplio que incluye el protagonismo humano, la sostenibilidad y la resiliencia. La Industria 5.0 tiene como objetivo la innovación responsable, no solo o principalmente dirigida a aumentar la rentabilidad o maximizar los beneficios, sino también a aumentar la prosperidad para todos los implicados: inversores, trabajadores, consumidores y la sociedad en general.