La compañía presidida por Antonio Brufau consiguió sacar adelante 10 toneladas de este combustible renovable a partir de 500 megavatios hora de biometano en sus instalaciones de Cartagena. Según sus cálculos, este hito permitirá reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera en cerca de 90 toneladas de CO2.
El biometano que se ha utilizado en la fabricación del hidrógeno se ha obtenido a partir de residuos sólidos de las ciudades. La iniciativa persigue así impulsar una economía circular para aprovechar los deshechos y avanzar hacia un modelo de producción verde.
Repsol aprovechará el éxito de esta primera prueba industrial para tratar de impulsar este nuevo modelo de desarrollo de loa gases renovables en toda España. Precisamente, el Ministerio para la Transición Ecológica ya ha sacado a información pública el proyecto de un decreto que busca impulsar un sistema de garantías en la explotación del hidrógeno, el biogás o el biometano.
La prueba piloto realizada por Repsol es un paso más en su estrategia de puesta en marcha de centros de transformación de residuos. La compañía informó de que cuenta con la ambición de utilizar cuatro millones de toneladas de residuos anualmente en 2030 como materia prima para sus productos. Para ello, en octubre de 2020 anunció la construcción de la primera planta de biocombustibles avanzados de España, que se pondrá en marcha en 2023 en la citada ciudad portuaria murciana.
La fábrica tendrá capacidad para producir hasta 250.00 toneladas anuales de biocombustibles que se podrán utilizar como carburante para coches, camiones o aviones. Mientras que Repsol tiene previsto también levantar una planta para generar biogás a partir de residuos en las inmediaciones del puerto de Bilbao, junto a la refinería de Petronor.