El desarrollo de un sector energético descarbonizado, competitivo y eficiente permite aprovechar el enorme potencial renovable de nuestro país, cuyas excelentes características climáticas propician el fomento de la energía solar y fotovoltaica.
Teniendo en cuenta que uno de los cuatro pilares de los fondos europeos destinados a la recuperación que vertebran la transformación económica es la consecución de una España verde y la transición ecológica, es indudable el enorme peso que van a tener los proyectos de energías sostenibles y renovables. Es probablemente este sector una de las líneas que más porcentaje de financiación reciba de la inyección de euros procedente de Bruselas.
Participaron en la mesa redonda Lucía Dólera, directora de Proyectos de APPA; Daniel de la Nogal, responsable de Subvenciones de Capital Energy; Jesús Martín, Project Management Unit del Centro Nacional del Hidrógeno (CNH2); Luis Fernández, Subsidies and Grants Coordinator de Soltec; y Patricio García, director de Desarrollo de Negocio de Ayming.
La primera en intervenir fue Lucía Dólera, de la Asociación de Empresas de Energías Renovables. APPA, referente del sector, creada en 1987, cuenta en su seno con cerca de 400 empresas y entidades que desarrollan su actividad en 9 secciones: autoconsumo, biocarburantes, biomasa, eólica, geotérmica, hidráulica, marina, minieólica y solar-fotovoltaica.
Dólera declaró que las energías renovables se encuentran en un “momento muy dulce” con “señales positivas por parte del regulador y por parte de la tecnología” que está en un punto muy competitivo. “Tenemos fotovoltaicas y eólicas que generan energía a precio más económico que el precio de mayorista del mercado”, subrayó. “Tenemos unos retos muy importantes que alcanzar. En esta década tenemos que instalar 6 GW al año de energías renovables en el sistema eléctrico y hacerlo de una manera ordenada y planificada y dando calidad y servicio al usuario final”. A nivel eléctrico, el objetivo es alcanzar el 74% de energía renovable en la generación eléctrica. Otro punto clave que señaló Dólera es el autoconsumo porque pone al ciudadano en el centro de esta transformación energética.
El mercado de energía eléctrica en España es un mercado marginalista, esto quiere decir, que cuando se va a casar la oferta con la demanda, las renovables siempre tienen la obligación de compra, entran en el paquete a precio cero junto con la nuclear, y las otras energías convencionales. Ese punto de casación es el precio de la energía. Lo que implica que cuanta más cantidad de energía renovable entre en ese momento de casación, más reducido será el precio. De ahí los precios bajos o incluso negativos en el norte de Europa. También son precisos modelos flexibles que emitan al consumidor señales claras de cuándo consumir y cuándo no para evitar picos de precios.
Preguntado por el estado de la energía solar en España, el coordinador de Subsidios y Ayudas de Soltec admitió que el momento es “muy bueno”, con la eliminación del impuesto al sol o el establecimiento de unas condiciones optimas para que vuelva la inversión. La normativa eléctrica ha cambiado poco lo que no ayuda a conseguir los objetivos del PNIEC, admitió. Debe ser actualizada.
Para Luis Fernández, al hablar de recomendaciones a empresas, es fundamental fijarse en la eficiencia energética, cuánto, cómo se consume y si existe margen de optimización. Consumir bien y en la medida justa. También están las opciones de autoconsumo como instalar placas solares en los tejados. O las comunidades energéticas, donde se asocian varias empresas para poner una planta solar y consumir directamente de ella. La energía solar puede suponer un ahorro en la factura entre un 30% y un 60%, dependiendo de la curva de consumo y la generación de energía.
Soltec es una de las principales fabricantes y proveedores de placas solares un solo eje en el mundo. Da empleo a más de 1.300 personas y combina sus 15 años de experiencia con innovación contando con instalaciones de fabricación en Argentina, Brasil, China y España.
El hidrógeno ha venido a convertirse en la panacea de las renovables. Las tecnologías sobre el hidrógeno y las pilas de combustible se encuentran actualmente en un nivel de madurez “bastante grande”, puntualizó Jesús Martín, del CNH2, lo que las hace muy interesantes a su aplicación en entornos reales. El hidrógeno es el elemento más abundante en la naturaleza, pero hay que producirlo. Y es tan limpio dependiendo de la fuente de energía que lo produce. El hidrógeno se puede producir a través de todas las fuentes renovables, siempre vía electrolisis. Tiene un carácter estacional. Se puede aprovechar el excedente de energía eléctrica producida por el exceso de radiación solar en verano para poder almacenarlo y poderlo utilizar en otra estación del año, en invierno, cuando sea mayor la demanda. Eso lo convierte en un vector energético muy atractivo. Se aplica en calentamiento de instalaciones y en transportes.
El hidrogeno se consume por las empresas desde hace muchos años, pero no de forma sostenible. Este elemento se puede almacenar en estado gaseoso, la más común, a presión en tanques o en botellas, también en estado líquido, criogénico, incluso en estado sólido a través de una reacción química mediante hidruros metálicos.
Lo que se está estudiando es utilizar la gran infraestructura de gas natural para poder distribuir este hidrógeno en estado gaseoso a través de esta red. Hasta ahora se puede combinar el 30% de hidrógeno con gas natural.
El Centro Nacional de Experimentación de Tecnologías de Hidrógeno y Pilas de Combustible o CNH2 es el centro de investigación de referencia nacional en España en este sector. Entre sus áreas se encuentra la producción de hidrógeno, su almacenamiento y distribución, así como la transformación de este elemento en energía y las aplicaciones de las tecnologías basadas en él.
El Centro colabora en el proyecto H2O basado en la implantación de las tecnologías del hidrógeno y las pilas de combustible en los puertos marítimos, orientados al sector logístico del propio puerto. Se investiga para que deje de ser contaminante. Se trabaja en dos prototipos alimentados por una hidrogenera portátil con el objetivo de valorar estos diseños y hacerlos extrapolables de todos los puertos marítimos de España y de Europa. El segundo proyecto gira alrededor de la aplicación de un power pack híbrido, modular y polivalente de pilas de combustible, para entornos ferroviarios. Se trata de un vagón alimentado por hidrógeno aprovechando la energía de la catenaria.
“Nos encontramos ante un reto maravilloso. Estamos alineados con unos objetivos superambiciosos marcados por Europa y por el PNIEC”, declaró Daniel de la Nogal, de Capital Energy. “Es un reto complicado pues hay que electrificar piezas de la industria, del transporte”, reconoció.
Capital Energy es una energética 100% renovable, siendo la primera eléctrica verticalmente integrada 100% renovable en la Península Ibérica. Aborda desde el área de negocio de la promoción y el desarrollo hasta el de generación, almacenamiento y comercialización de energía eléctrica limpia.
También se planteó en el foro el futuro de energía fotovoltaica, donde España tiene un potencial incuestionable, puesto que ya en 2019 nuestro país fue el líder de ese mercado a nivel europeo y el sexto a escala mundial.
Con respecto a los fondos europeos, Patricio García, de Ayming, hizo hincapié en que en los dos primeros años los proyectos que más se van a financiar son los relativos al ámbito verde y al ámbito digital.