El delegado territorial, Javier Arias, y el alcalde, Darío Cabaneiro, visitaron la zona para informar sobre el proyecto, que se ejecutará en una parte del parque sin urbanizar, dándole continuidad hacia el Oeste.
Así, está previsto acometer nuevas infraestructuras viarias en un trecho de 155 metros, con aceras a ambos lados y accesos a las parcelas, incluidos los rebajes en los bordos para facilitar la entrada de vehículos.
También se habilitarán las canalizaciones de baja tensión, saneamiento y abastecimiento. Además, se adecuará el alumbrado público y las instalaciones de vigilancia y seguridad, que estarán conectadas con el sistema de cámaras existente en el polígono.
El objetivo es crear los servicios necesarios para el asentamiento de nuevas empresas. Actualmente, 17 firmas desarrollan su actividad en este área industrial, cuya superficie ronda los 100.000 metros cuadrados.
Arias destacó que esta orden de ayudas de la Xunta «contribuye a la modernización y a la competitividad de los polígonos industriales», y facilita que las empresas «dispongan de los servicios e infraestructuras que necesotan para desarrollar su trabajo».
Las aportaciones fueron convocadas en el mes de febrero con un crédito de 3 millones de euros, y ante la buena acogida que tuvieron entre los ayuntamientos se amplió el presupuesto en 2,5 millones de euros para financiar más proyectos.
