¿Qué supone para ustedes organizar una nueva edición de este Congreso, ya consolidado como referencia en el sector?
Es una oportunidad para situar frente a frente a los legisladores, que son los responsables de elaborar las leyes, con el Ejecutivo, que debe aplicarlas, y con los reguladores, encargados de que se cumplan correctamente. Todo ello en un contexto actual que no es sencillo.
Y, por supuesto, también con el sector: la industria, los servicios, todos los actores implicados. Es una ocasión para que se escuchen las demandas reales, con un diálogo directo entre las partes.
Además, es una oportunidad para mostrar las últimas tendencias a nivel europeo y la visión a 2040 o 2050, adaptada a la realidad española. Al fin y al cabo, somos una pequeña isla energética. Contaremos con firmas internacionales de primer nivel, como PwC o Compass Lexecon, y con numerosas empresas tecnológicas asociadas a Cogen, así como otras invitadas por su relevancia en el sector.
Tampoco quiero olvidar a las asociaciones que forman parte del ecosistema de la cogeneración, de las soluciones industriales y de las aplicaciones térmicas. Colaboramos habitualmente con entidades como ADAP o ANEO, del mundo del porcino o del olivar, y este año hemos ampliado el perímetro a otras asociaciones como Aeversu, que agrupa a empresas dedicadas a transformar residuos urbanos no reciclables en energía, o APPA, con la que trabajamos en temas de biomasa. En definitiva, es un punto de encuentro clásico y anual para todo el sector.
¿Qué esperan que aporte esta cita al debate energético en España?
El objetivo es acercar a los distintos actores y propiciar un diálogo directo. Hablamos constantemente con los representantes del sector, pero este tipo de foros permite además escuchar y ser escuchados.
Es una oportunidad para conversar cara a cara con los legisladores, conocer su visión de futuro y debatir sobre una planificación que debe hacerse a 10, 15 o incluso 25 años vista. En estos encuentros se pueden conocer de primera mano los desarrollos normativos y de mercado, y anticipar tendencias clave para todos los que trabajan en el ámbito energético.
Ustedes insisten en que la cogeneración es esencial para las industrias calorintensivas. ¿Qué alternativas reales existen en el corto plazo?
Defendemos una cogeneración híbrida que permita avanzar en la descarbonización sin perder competitividad. Es una necesidad impuesta por la realidad, que exige flexibilidad y capacidad de gestión.
La cogeneración tiene su espacio, pero debe evolucionar hacia una nueva etapa de inversión, actualizando las instalaciones existentes en términos de eficiencia y descarbonización. Es fundamental incorporar tecnologías como la electrificación o los gases renovables, y aprovechar precios bajos o negativos de la electricidad que permitan a las industrias disponer de herramientas competitivas.
¿Qué papel juegan las pymes en este ecosistema energético?
Las pymes son la base del país. España es, esencialmente, un país de pymes, con un tejido empresarial muy distribuido por todo el territorio. En nuestro sector ocurre lo mismo: la mitad de las plantas de cogeneración son pymes, con potencias inferiores a cinco megavatios.
Es precisamente este segmento el que más está sufriendo, porque le cuesta planificar en un entorno incierto. Necesitan señales claras sobre el futuro y no pueden permitirse inversiones fallidas. Todos saben que deben invertir, pero necesitan certidumbre.
El lema del Congreso habla de un futuro eficiente, competitivo y descarbonizado. ¿Cómo encaja la cogeneración en ese horizonte?
Estamos trabajando estrechamente con el MITERD para diseñar un esquema alineado con la senda del PNIEC, recientemente actualizado con la ampliación eléctrica de transporte. Buscamos integrar la cogeneración con los combustibles renovables y con la electrificación, aprovechando que ya cumple los estándares europeos de alta eficiencia.
Nuestro objetivo es aprovechar los dos vectores principales, combustibles renovables y electrificación, para enviar las señales adecuadas al mercado. Hay que saber sacar partido de los precios bajos de la electricidad y aumentar la demanda en esos momentos, lo que favorece la descarbonización y aporta competitividad a la industria. La cogeneración de alta eficiencia es una herramienta clave en esa transición.
¿Cuáles son las tres claves que, en su opinión, marcarán el futuro inmediato de la cogeneración en España y en Europa?
En primer lugar, seguir invirtiendo para garantizar la competitividad. Un sector que no invierte ni se renueva tiene un futuro complicado.
En segundo lugar, ofrecer libertad para que cada industria elija su modelo dentro del marco del PNIEC. La cogeneración está presente en sectores muy diversos como el agroalimentario, el químico, el papelero, el automovilístico o el cerámico y cada uno necesita soluciones adaptadas.
Y, en tercer lugar, disponer de un calendario claro y cumplirlo. Es inevitable que surjan problemas coyunturales, como ha ocurrido en los últimos años, pero con una planificación y una guía estables las empresas pueden actuar con certeza.
¿Qué mensaje enviaría para animar a las empresas a acudir al Congreso de este martes?
El momento es ahora. Llevamos trabajando intensamente desde 2021, y desde el año pasado se han dado pasos importantes, como la publicación del borrador de las subastas de cogeneración. El paquete está preparado, solo faltan algunos detalles de decisión política.
Por eso, es el momento de actuar: hay que cumplir los calendarios, enviar señales claras y planificar las inversiones antes de que acabe el año. Animo a todos a participar, a expresar sus opiniones y a trasladarlas a los políticos, reguladores y al Ejecutivo. Es el momento de hacerlo, y es ahora.