¿Cómo ha sido el recorrido de Signe desde su origen como empresa familiar a ser referente global?
El recorrido de Signe es una historia de visión, constancia y confianza, como la mayoría de las empresas que son capaces de sostenerse por décadas, pero, sobre todo, de creer en lo imposible cuando todo empieza con muy poco. En 1982, con una sola máquina que sellaba documentos para dotarlos de autenticidad, nació nuestra empresa con un propósito claro: proteger lo que importa.
Aquella pequeña herramienta fue la semilla de algo mucho más grande, de lo que hoy son modelos muy avanzados para la protección de datos, identidad, marcas y todo aquello susceptible a ser falsificado y que nos puede afectar enormemente a las personas.
Gracias a la visión de nuestro fundador, quien sigue muy presente en nuestra memoria y saber hacer, y al trabajo incansable de un equipo comprometidísimo, fuimos abriéndonos paso en un ámbito tan exigente como el de la seguridad documental. Universidades, administraciones y empresas nos dieron su confianza para custodiar sus documentos más sensibles, y nosotros respondimos apostando, cada año, por la mejora constante.
¿Qué valores familiares han guiado esta evolución?
En Signe, la familia no es solo el origen, es una forma de ser. No hablamos únicamente de ser una empresa familiar, sino de vivir la empresa como una comunidad que se siente y se cuida como una familia. Ese espíritu nos ha acompañado desde el primer día, y sigue siendo el alma de todo lo que hacemos.
Uno de los mayores orgullos que tenemos es la estabilidad de nuestro equipo: en más de 40 años apenas hemos tenido rotación. Esto no ocurre por casualidad, sino porque las personas que forman parte de Signe, sienten que pertenecen a algo más grande. Aquí se valora la horizontalidad, la cercanía, la confianza mutua. No es solo un lugar de trabajo, es un espacio donde se construyen vínculos duraderos, basados en la escucha, la flexibilidad, el respeto y la profesionalidad.
Esa forma de entendernos como familia también ha marcado nuestras relaciones con clientes y colaboradores. Creemos en los proyectos a largo plazo, en generar relaciones de confianza que trascienden lo meramente comercial. Y eso solo se consigue cuando lo humano está en el centro.
¿Cuáles han sido los hitos clave en estos 40 años de trayectoria?
Uno de los hitos más significativos —y que hoy sigue siendo un orgullo— fue la creación de nuestro Laboratorio Forense de Análisis Documental. Fuimos pioneros en España en ofrecer este tipo de servicio desde el sector privado, y hoy es un centro de referencia internacional en peritaje documental, dado que es un laboratorio integrado en una imprenta de seguridad, lo que nos permite obtener muestras de fuera de nuestras fronteras y reforzar nuestra capacidad de análisis.
El laboratorio de Signe, cuenta con certificaciones que nos diferencian del resto de laboratorios, y hemos invertido mucho en contar con los más avanzados equipos para resolver los más complejos casos de falsificación. Desde allí, damos respuesta a la creciente necesidad de validar la autenticidad de documentos en un mundo donde el fraude documental es cada vez más sofisticado.
Otros hitos son el comienzo del servicio de Impresión de los Títulos Universitarios Oficiales a instancia del Ministerio de Educación en 1989, en 1995 ampliamos a títulos no universitarios, y en el 2000 dimos un gran salto trasladándonos a Tres Cantos ampliando nuestras plantas de producción y diversificando productos en papel: en 2002 nos convertimos en proveedor del Consejo General del Notariado, en 2004 empezamos a trabajar con entidades bancarias. Hasta convertirnos en referentes europeos como imprenta de seguridad y la primera empresa privada en España en certificarse con la ISO 14298. Hoy, fabricamos importantes documentos como pasaportes, visas, certificados, entre otros, para todo el mundo, con mucha presencia en el continente africano.
Ya en 2008 nos lanzamos de lleno a la transformación digital y en el 2013 a la internacionalización. Llevábamos tiempo trabajando en soluciones digitales muy potentes, la primera solución digital fue el eTítulo, que garantiza la copia digital autentica del título físico universitario en formato digital. Siendo pioneros en el mundo en sacar una solución igual. Con este servicio cruzamos fronteras y empezamos a abrir oficinas comerciales en Latinoamérica, apostando por soluciones tecnológicas innovadoras basadas en certificación digital y el uso de la tecnología blockchain.
Desde entonces, no hemos dejado de avanzar. Hoy ofrecemos nuestros servicios en más de 30 países, y seguimos creciendo con la misma ilusión del primer día.
Vivimos en la era de la falsificación… ¿Qué soluciones ofrece Signe?
Efectivamente, vivimos en un momento donde lo falso puede parecer cada vez más verdadero. La tecnología, que ha traído tantos avances positivos, también ha facilitado nuevas formas de fraude. Nuestras soluciones engloban medidas desde la fabricación del papel, como en su posterior tratamiento, añadiendo tecnologías muy avanzadas como pueden ser las nanopartículas. Además, hemos dado un paso más allá, desarrollando plataformas digitales que incorporan firma electrónica, tecnología blockchain, entre otras, lo que permite acompañar a las organizaciones en su proceso de transformación digital, con la máxima seguridad legal y tecnológica.
Nuestro compromiso es claro: generar soluciones que inspiren confianza, porque cuando proteger la autenticidad se convierte en una prioridad, no solo se defiende un documento… se protege la veracidad del proceso y la integridad de quienes intervienen en el proceso.
Pero no nos limitamos a la tecnología. Sabemos que el conocimiento es también una herramienta poderosa contra el fraude. Por eso, formamos activamente a nuestros clientes, a entidades financieras, universidades y cuerpos de seguridad, para que sepan cómo identificar y validar documentos de forma eficaz. Convertimos la prevención en una cultura compartida.
En Signe entendemos la seguridad documental como un sistema vivo, en el que cada tecnología aporta una capa esencial para proteger la autenticidad y la integridad de la información: tejemos una red de confianza multicapa, donde cada elemento cumple una función estratégica y complementaria.
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¿Qué casos de éxito han demostrado la eficacia de sus sistemas?
Sin duda, uno de los casos más emblemáticos es el del sector universitario. Hoy, más de 90 universidades en España y Latinoamérica confían en nuestra solución eTítulo para certificar los títulos oficiales de sus estudiantes. Esto no solo ha reducido drásticamente las posibilidades de falsificación, sino que ha abierto un mundo de posibilidades para los titulados, que ahora pueden acreditar su formación con seguridad y rapidez desde cualquier parte del mundo. Otros casos relevantes se han dado con clientes como administraciones públicas, colegios profesionales y organismos internacionales, desarrollando para ellos sistemas a medida para proteger documentos críticos frente al fraude. En múltiples ocasiones, han sido los propios cuerpos de seguridad del Estado quienes han recurrido a nuestro laboratorio forense para analizar documentos sospechosos, detectar alteraciones e identificar falsificaciones con la precisión que solo una experiencia altamente especializada puede ofrecer.
Otro ámbito clave donde nuestras soluciones han demostrado su eficacia es el de la protección de marca y productos sensibles, especialmente aquellos cuya falsificación puede tener consecuencias graves para la salud, como los medicamentos, y no menos importante es nuestra contribución en los procesos de transformación digital de las organizaciones, haciendo que ésta sea segura, innovadora y con pleno respaldo legal. Cada uno de estos casos nos recuerda que nuestro trabajo va más allá de proteger documentos: protegemos derechos, salud, seguridad y, sobre todo, la confianza que sostiene nuestra sociedad.
¿Qué papel juega la inteligencia artificial?
En Signe, la inteligencia artificial se ha convertido en un motor clave de la transformación interna y de la reorganización de nuestros procesos. Su papel no es solo tecnológico, sino también estratégico, porque actúa como catalizador de eficiencia, innovación y confianza.
Por un lado, la IA permite automatizar tareas rutinarias y repetitivas, reduciendo errores humanos y liberando a nuestros equipos para enfocarse en labores de mayor valor añadido; por otro, es un instrumento de análisis y apoyo a la decisión. Gracias a la capacidad de procesar grandes volúmenes de datos, podemos anticipar tendencias, detectar riesgos y diseñar estrategias más precisas, siempre bajo el marco de la legalidad y la ciberseguridad que nos caracteriza. Además, la IA está ayudando a armonizar la reorganización interna, favoreciendo procesos más ágiles, transversales y colaborativos. En definitiva, la inteligencia artificial en Signe no sustituye el talento humano, sino que lo potencia.
¿Cómo contribuye la digitalización a la eficiencia y sostenibilidad?
En Signe, entendemos que digitalizar es mucho más que modernizar procesos: es simplificar, ganar eficiencia y cuidar el planeta. La digitalización reduce el consumo de papel, evita traslados innecesarios y optimiza los tiempos de gestión.
Este compromiso con la sostenibilidad no es solo una aspiración, sino una realidad certificada. Contamos con la ISO 14001, que avala nuestro sistema de gestión ambiental y garantiza que nuestras operaciones se realizan bajo estándares internacionales de protección del medioambiente.
De esta manera, la digitalización se convierte en un instrumento estratégico: permite a las organizaciones ser más competitivas, eficientes y, al mismo tiempo, responsables con el entorno. En un mundo donde la sostenibilidad ya no es opcional, sino una responsabilidad compartida, la combinación de innovación tecnológica y compromiso ambiental nos sitúa a la vanguardia de un futuro más verde y confiable.
¿Qué retos tecnológicos enfrentan?
En Signe nuestro mayor reto tecnológico es mantenernos siempre un paso por delante de los falsificadores. Operamos en sectores donde la confianza, la trazabilidad y la autenticidad son esenciales, lo que nos obliga a invertir en innovación constante para las soluciones físicas como en el desarrollo de tecnologías seguras que se anticipen a nuevas amenazas.
Otro desafío clave es la adaptación a marcos regulatorios cada vez más exigentes, como el reglamento europeo eIDAS2 y los estándares internacionales en identidad digital, firma electrónica y blockchain. Garantizar el cumplimiento legal en distintos países requiere flexibilidad tecnológica y un profundo conocimiento normativo.
Actualmente, Signe está inmersa en un proceso de transformación de gran alcance que se desarrollará durante los próximos dos años. Un camino en el que no solo estamos participando en proyectos innovadores impulsados por fondos europeos, sino que también estamos reinventando nuestra propia organización para estar preparados frente a los retos externos e internos que plantea un entorno cada vez más exigente y global.
Finalmente, la irrupción de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial supone un doble reto: aprovechar su potencial para reforzar la seguridad y la automatización de procesos, y al mismo tiempo garantizar que su uso sea ético, transparente y confiable.
Han celebrado su 40 cumpleaños con un gran impulso a la Fundación Signe. ¿Qué motivó su creación y qué relevancia ha tenido la RSE y la sostenibilidad en su historia de éxito empresarial?
La constitución de la Fundación fue en 2014 por decisión familiar y con el objetivo de llevar más allá del negocio la identidad de la compañía. Un proyecto como este, y recuerdo perfectamente el día que tuvimos aquella reflexión, nos aporta una misión más elevada y una memoria muy simbólica que dejar a nuestras siguientes generaciones, como es asumir un rol con capacidad para impactar en la vida de las personas y mejorar en la medida de nuestras posibilidades el mundo en el que nos ha tocado vivir.
¿Cómo se integran los criterios ESG en la estrategia corporativa?
Si no inviertes en sostenibilidad no vas a conseguir beneficios tangibles como la reducción de costos operativos y a la retención de talento y lo tenemos muy claro.
Por tanto, tenemos un Sistema de Gestión Ambiental certificado conforme a la norma ISO 14001, con auditorías internas y externas periódicas para garantizar nuestra mejora continua, además de un Sistema de Gestión Integrado que abarca calidad (ISO 9001), medio ambiente (ISO 14001), seguridad de la información (ISO 27001) y seguridad documental (ISO 14298), alineando todos nuestros estándares superiores con la estrategia corporativa.
En cuanto a la gobernanza, somos miembros del Pacto Mundial de la ONU, lo que implica la adopción de principios relacionados con derechos humanos, condiciones laborales, medio ambiente y lucha contra la corrupción. Por ejemplo, desde nuestros procesos de selección, hasta la política de retribuciones, nos enmarcamos en nuestros planes de igualdad y transparencia, tenemos profesionales formados en igualdad y en prevención del acoso laboral por cuestión de género u orientación sexual. En este sentido, las empresas tenemos la obligación y responsabilidad de crear y mantener un clima libre de injusticias o discriminaciones.
¿Qué proyectos destacan en inclusión, formación o apoyo a colectivos vulnerables?
En concreto, nuestra fundación, que va muy ligada al sector de la educación, se dedica a posibilitar que jóvenes sin recursos puedan cursar sus estudios, personas vulnerables puedan optar al empleo, y la recuperación del talento de las mal llamadas personas discapacitadas, que representan una riqueza enorme y llevamos años de alguna manera luchando porque la sociedad cambie el discurso de una vez, porque la inclusión no es un favor que se les hace a estas personas, sino una oportunidad para toda la sociedad de aprovechar los muchos y diversos talentos que tienen para aportar. Esta visión la tenemos muy clara porque desde la Dirección de Fundación Signe hemos trabajado muy de cerca con la discapacidad.
Llevamos años, colaborando en procesos de formación, concediendo becas para el estudio a estudiantes universitarios con problemas económicos, o personas afectadas de daño cerebral que requieren una formación muy costosa y especializada, esto último pudimos realizarlo de la mano de Fundación Polibea, grandes referentes en el área.
Continuamos, además, con un proyecto vivo, de larga data en el que trabajamos de con grandes especialistas en accesibilidad audiovisual y artes escénicas como son la compañía Palmyra Teatro, muy interesante, y que hace posible que tanto público y artistas con capacidades divergentes converjan en los teatros, y disfruten del espectáculo gracias a soportes tecnológicos y medidas de adaptación, ya sean sus barreras sensoriales auditivas, visuales, cognitivas o físicas.
Por otra parte, seguimos apoyando la edición de guías universitarias en tres lenguas para profesores y alumnos en torno a la sensibilización y adaptación de alumnos con Síndrome de Asperger, que en muchas ocasiones no culminan su formación por falta de herramientas. En este último proyecto, colaboramos con la empresa social Specialisterne, que son referentes internacionales en este ámbito.
¿Y la preocupación medioambiental?
Aplicamos un enfoque responsable en toda la cadena de valor. Como mencioné anteriormente, contamos con un sistema de gestión ambiental certificado según la norma ISO 14001 y desarrollamos medidas concretas. Por ejemplo, la renovación de maquinaria de impresión por equipos más eficientes; el uso de tintas menos contaminantes y vehículos eléctricos o con etiqueta C, y el 90% de nuestros envases están fabricados con material reciclado. Además, gestionamos los residuos de forma responsable y cumplimos con la normativa vigente, como demuestra nuestra inscripción en el registro de fabricantes de envases.
Un proyecto muy bonito medioambiental que realizamos en el año 2021 es “El Bosque Signe”, apadrinando un bosque en la denominada “España vaciada”, en la provincia de Soria, capaz de absorber 14Tn de CO2 a lo largo de 40 años, y promover el empleo local.
¿De qué manera se articula la Fundación con la actividad empresarial?
La Fundación y la empresa van de la mano. Es cierto, que la empresa se centra en la seguridad documental y la innovación tecnológica, mientras que la Fundación trabaja más los valores en forma de sensibilización y un trabajo fino de cultura organizacional desde dentro, cuidando el clima, a las personas, creando comunidad laboral a través de eventos, deportes, sesiones lúdicas. Es una manera de equilibrar negocio y propósito, y de demostrar que los valores familiares siguen siendo el motor de todo lo que hacemos.
¿Cómo imagina el futuro de la certificación digital y el papel de Signe?
El futuro de la certificación pasará por la identidad digital soberana y la integración de blockchain, inteligencia artificial y plataformas globales interoperables. Nuestro papel será seguir aportando confianza: que cuando alguien vea el sello de Signe sepa que ese documento es auténtico, seguro y respetuoso con la sociedad y el medioambiente. Y, sobre todo, que detrás hay un equipo humano que hace posible esa confianza día a día.