Fernández, que es la presidenta de la División de Industriales, ha hecho hoy estas declaraciones en la propia sede de Faconauto, acompañada de la presidenta de la asociación, Marta Blázquez, y de José Ignacio Moya, el director general de la entidad.
“La renovación del parque de vehículos industriales no puede seguir posponiéndose. Las empresas necesitan señales claras, previsibilidad normativa y medidas concretas que les permitan invertir con confianza. Los concesionarios, por su capilaridad territorial y conocimiento técnico, son aliados estratégicos para facilitar esa modernización”, ha indicado Fernández.
Los datos son elocuentes. El mercado de camiones pesados (más de 16 toneladas) alcanzó en 2024 un volumen de 27.088 unidades matriculadas. En cambio, hasta mayo de 2025, las matriculaciones han experimentado un descenso del 14,9%, hasta situarse en las 9.506 unidades, y se prevé que el ejercicio cierre con 24.499 unidades, un 9,6% menos que el año pasado. El ciclo ha cambiado y Faconauto atribuye este retroceso a un cóctel de circunstancias: una presión regulatoria creciente, la incertidumbre tecnológica y un encarecimiento generalizado de los costes.
Blázquez ha hecho una somera radiografía del sector del vehículo industrial destacando el hecho de que España tiene la tercera flota de camiones más envejecida de Europa, con una media por vehículo de 15,1 años. También ha informado de que las matriculaciones van a la baja con una caída del 15,2% hasta mayo. Y con la electrificación «estancada» pues solo representa el 1,4% del mercado frente al 3,5% europeo.
La presidenta de Faconauto también se ha referido a la «presión regulatoria» que ha definido como «inasumible en momentos críticos». También se ha detenido en la falta de talento en toda la cadena de valor.
Achatarramiento de vehículos
En este contexto poco propicio, la patronal ha reclamado al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible activar un Plan Nacional de Renovación de Flotas como herramienta estructural para modernizar el transporte profesional por carretera. Esta propuesta contempla ayudas directas asociadas al achatarramiento de vehículos antiguos.
El plan de Faconauto estaría dotado con un mínimo de 300 millones de euros y prevé ayudas de hasta 25.000 euros por unidad. Estarían destinadas a transportistas que retiren de forma definitiva vehículos antiguos y adquieran otros con tecnología Euro 6, ya sean nuevos o con una antigüedad máxima de 12 meses. «El diseño de esta ayudas debería hacerse desde las premisas de simplicidad, agilidad y efectividad», ha apuntado la asociación en un comunicado.
Además, Faconauto plantea la reedición de un plan específico para fomentar la compra de vehículos industriales de cero emisiones con una partida presupuestaria de 250 millones de euros, una medida que complementaría el esfuerzo de electrificación del transporte pesado, «actualmente limitado por su alto coste y por la escasez de infraestructuras».
Para Blázquez este Plan de Renovación es indispensable para incentivar el mercado, pero ha manfestado que «la fiscalidad tiene que acompañar a la transición» enérgetica de los vehículos industriales. En este sentido, Faconauto propone una deducción del 15% en el Impuesto de Sociedades para las empresas que adquieran vehículos de bajas emisiones o desarrollen infraestructuras de carga.
Otro pilar invocado es que la normativa que afecta al sector sea clara, realista y acompañada, puesto que en la actualidad se vive una acumulación de nuevas exigencias europeas: el sistema el sistema ETS2, el paquete Fit for 55, la implantación de puntos de recarga (AFIR), los sistemas ADAS obligatorios, el tacógrafo inteligente o el Paquete de Movilidad. «Son demasiadas las regulaciones aunque se hagan con buena intención», ha admitido Blázquez.
Falta de conductores
La magra infraestructura de recarga de alta potencia y la escasez de profesionales al volante han sido otros dos obstáculos mencionados por la presidenta de Faconauto.
“El transporte por carretera es una infraestructura económica y social imprescindible para el funcionamiento del país. Sin embargo, mientras el vehículo privado concentra buena parte del debate público sobre descarbonización, el transporte profesional sigue fuera del foco político y mediático. Es urgente equilibrar esa conversación y poner en marcha una estrategia nacional ambiciosa que garantice una transición energética viable, justa y realista para el conjunto del sector”, ha señalado Blázquez.