En 2024, el valor añadido bruto (VAB) de la industria manufacturera española creció un 3,5%, superando el ritmo de expansión del conjunto de la economía (3,2%) y el de la media de la Unión Europea. Desde 2019, la industria manufacturera nacional ha crecido un 9,9%, frente al 4,3% en la UE, al -1,6% en Alemania y al -0,5% en Francia. Este rendimiento ha sido impulsado por costes energéticos más bajos, según destaca también el artículo “España y su nueva ventaja energética” del mismo observatorio.
Tensiones arancelarias: amenaza para sectores industriales
Pese a este desempeño favorable, el estudio advierte que el sector manufacturero es el más expuesto a las tensiones comerciales internacionales, especialmente por la posible imposición de nuevos aranceles por parte de EE. UU., lo que afectaría directamente a sectores con alta intensidad exportadora e inversión en capital. También se prevé que haya impactos indirectos a través de la desaceleración global y cambios en los flujos comerciales.
El informe prevé una desaceleración del crecimiento industrial hacia tasas ligeramente superiores al 2% anual en 2025 y 2026, aunque se mantendría por encima del promedio europeo.
Sectores industriales con mejor comportamiento
Entre los subsectores con mejor desempeño, destaca la industria farmacéutica, que en 2024 creció un 8,8% junto con el resto del sector químico. A pesar de su vulnerabilidad frente a políticas comerciales estadounidenses, se espera que mantenga tasas robustas de crecimiento: +5% en 2025 y +7% en 2026.
También sobresale la industria agroalimentaria, que creció un 4,0% en 2024 y se beneficiará de la recuperación del sector primario y del consumo interno en 2025. La previsión es que mantenga un crecimiento en torno al 4% en ese año, con una moderación esperada en 2026.
Además, se anticipa un buen comportamiento de las ramas industriales ligadas a los servicios de alto valor añadido, como las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que aunque no forman parte de la industria pesada tradicional, mantienen una fuerte relación con procesos productivos intensivos en conocimiento.
Subsectores con perspectivas débiles
En contraste, la industria textil y la industria papelera seguirán mostrando debilidad estructural. La textil, tras varios años de contracción, crecerá menos del 1% anual en 2025 y 2026. El informe subraya su exposición a la competencia internacional y la pérdida de competitividad. La papelera, aunque con una recuperación más sólida, tampoco alcanzará los niveles de producción previos a 2019, con una previsión de crecimiento del 1,5% anual.
Construcción industrial y fondos europeos
El estudio también resalta el papel de la construcción, particularmente en proyectos industriales y de regeneración urbana. Aunque el crecimiento fue modesto en 2024 (+2,1%), se prevé una aceleración en el bienio 2025-2026 gracias a la ejecución de los fondos Next Generation EU y a la bajada de los tipos de interés, que reactivarán inversiones tanto públicas como privadas en infraestructuras industriales.
El informe de CaixaBank Research presenta un panorama industrial resiliente para España en los próximos dos años. Aunque las tensiones comerciales representan un riesgo importante, la ventaja energética y el dinamismo de sectores de alto valor añadido permitirán al tejido industrial mantener tasas de crecimiento positivas. Las manufacturas españolas, aunque expuestas, muestran una capacidad de adaptación superior a la media europea, lo que las posiciona favorablemente en un entorno internacional cada vez más volátil.