De las 19 entidades, 14 de ellas son empresas, en su mayoría de carácter tecnológico y relacionadas con la agricultura o la gestión del agua. Este tejido empresarial ha captado un montante de 2,11 millones de euros para llevar a cabo 12 iniciativas, de las que siete proponen soluciones de investigación industrial, con aplicación directa en los sectores productivos; y las cinco restantes suponen un desarrollo experimental. En este caso se trata de trabajos basados en conocimientos existentes obtenidos mediante investigación y/o experiencia práctica, y que se dirigen a la fabricación de nuevos materiales, productos o dispositivos. También indagan en la creación de nuevos procesos, sistemas y servicios o en la mejora sustancial de los ya existentes.
Además, de las 12 actuaciones impulsadas, once de ellas se implementarán en colaboración con otras empresas, universidades públicas, centros tecnológicos y clústeres de innovación, y tan sólo una se pondrá en marcha de forma individual.
Las compañías implicadas en esta línea de incentivos son Automatismos Itea, que ha recibido 407.713 euros en ayudas; Sensactive Technology, que cuenta con una subvención de 313.685 euros; Cenit, que dispone de 249.083 euros; Métrica6 Ingeniería y Desarrollos, que ha obtenido 226.019 euros; o Rovimática, cuyo incentivo es de 165.783 euros. A éstas se suman Agroair Technology (134.323 euros), Soltel IT Solutions (133.543 euros), Eurocastell Caña (101.016 euros), Herogra Especiales (94.617 euros), Dempo Digital Solutions (70.845 euros), Centro de Investigaciones Aplicadas al Desarrollo Agroforestal-IDAF (67.426 euros), Proyectos Tecnológicos Sostenibles (65.148 euros), IG4 Agronomía (58.813 euros) e Hidralia Gestión Integral de Aguas de Andalucía (28.854 euros). Todas estas firmas participan en un único proyecto cada una, salvo Automatismos Itea, que lo hace en dos diferentes.
Las medidas que contienen estos trabajos están encaminadas a ofrecer soluciones, fundamentalmente, en el ámbito de la agricultura, la prevención de incendios forestales, la reutilización de aguas residuales o la optimización del consumo en viviendas. De igual modo, ahondan en el comportamiento de las masas de agua subterráneas y en la selvicultura eco-hidrológica. Las propuestas son muy diversas, incluyendo, entre otras, el desarrollo de biofertilizantes inteligentes y resistentes a la sequía, la aplicación de soluciones digitales para paliar sus efectos en la producción de frutos rojos en el Parque Nacional de Doñana, el diseño de un sistema autómata de prevención y detención de incendios en zonas de alta vulnerabilidad o el estudio de pinares de repoblación para conocer el impacto histórico de la sequía y su rol en el ciclo hidrológico.
