Las distintas etapas de esta cadena son un importante motor de empleo. Teniendo en cuenta los datos de impacto total, la cadena de valor del papel ofrece empleo directo e indirecto a cerca de medio millón de personas en España, con más de 457.500 puestos de trabajo estables. En el sector industrial, casi el 20% de los empleos (19,4%) pertenecen a esta cadena, lo que equivale al 2,3% del empleo total en el país.
La industria está compuesta por 27.357 empresas que generan una facturación de 36.087 millones de euros. Además, la recaudación fiscal de los sectores de celulosa, papel y cartón asciende a 3.792 millones de euros en IRPF, IVA e Impuesto de Sociedades, representando el 1,7% de la recaudación total en España.
El informe también analiza el retorno de la inversión. Por cada millón de euros invertidos, se generan beneficios adicionales para la economía española. En concreto, esta inversión contribuye con 1,62 millones de euros al PIB, 1,56 millones de euros en valor añadido y 0,26 millones de euros en recaudación fiscal. Además, cada millón de euros invertido crea 31,4 empleos.
Las plantaciones forestales destinadas a la producción de papel actúan como sumideros de CO2, ayudando a mitigar el cambio climático. Además, el proceso destaca por su circularidad, valorizando un alto porcentaje de residuos de fabricación para usos en agricultura, compostaje y otros materiales industriales. En la última década, las emisiones en la producción de papel se han reducido en un 37%.
Los servicios de recuperación y reciclaje cierran este ciclo sostenible, logrando una tasa de recogida del 69,5% de residuos de papel y cartón, lo que equivale a 4.347 miles de toneladas recuperadas, y una tasa de reciclaje del 80,9%, traducida en 5.058 miles de toneladas recicladas. Gracias a estas acciones, se evitan 4 millones de toneladas de emisiones de CO2 y se ahorra espacio en vertederos equivalente a 51 estadios de fútbol.