En el ámbito de la innovación, el Informe Draghi destaca que Europa cuenta con un gran potencial innovador, pero enfrenta un desafío significativo: alrededor del 30% de las empresas innovadoras que logran ingresos superiores a 1.000 millones de euros, optan por trasladarse a otros países, principalmente a Estados Unidos, para continuar su crecimiento. Este fenómeno se atribuye a factores regulatorios, financieros y de formación. Para cerrar la brecha con Estados Unidos, se sugieren varias medidas financieras que fomenten la innovación disruptiva, como la creación de una agencia ARPA europea, incentivos para business angels y capital semilla, así como una participación activa del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Asimismo, otra de las propuestas que aparece en el documento es dedicar cada año entre un 4,4% y un 4,7% extra del PIB europeo en 2023 -entre 750.000 y 800.000 millones. En otra parte del informe se recoge que una parte importante de este esfuerzo debería llegar de una “emisión de deuda común que financie proyectos de inversión conjuntos”.
También se proponen cambios regulatorios para estimular los planes de pensiones europeos, un nuevo Programa-Marco de I+D que sea más simplificado y efectivo, iniciativas para promover la excelencia académica, inversiones en infraestructuras de investigación y tecnología, un aumento en el gasto en I+D a nivel europeo, un ecosistema regulatorio más ágil y favorable a la innovación, y diversas medidas para mejorar las habilidades de los trabajadores en un modelo de formación continua.
El segundo desafío que se aborda es la necesidad de equilibrar la descarbonización con la competitividad. El Informe sugiere que, si se aborda adecuadamente, la descarbonización puede ser una fuente de competitividad; sin embargo, si se gestiona de manera descoordinada y con una dependencia excesiva de tecnologías chinas subvencionadas, podría perjudicarla.
La Alianza por la Competitividad de la Industria Española apoya el documento
La Alianza por la Competitividad de la Industria Española coincide con las líneas de actuación propuestas por el informe Draghi como fórmula para impulsar un efectivo proceso de reindustrialización de la Unión Europea y ganar competitividad frente a Estados Unidos y China. Para la Alianza, Europa debe activar con urgencia medidas para recuperar la competitividad industrial perdida durante décadas.
“Una vez analizado el texto, y teniendo en cuenta de dónde y de quién emana, resulta más imperativo que nunca que Europa y los Estados miembros tomen cartas en el asunto de inmediato para dar impulso a la competitividad de su industria”, valora Carlos Reinoso, portavoz de la Alianza por la Competitividad de la Industria Española.
Para la Alianza, la integridad del mercado europeo y la financiación del proceso de reindustrialización a través de un instrumento financiero común son claves para incrementar la competitividad industrial europea. En este sentido, y al hilo de lo expuesto por Draghi, la Alianza reclama también a los Estados miembros un mayor apoyo a una verdadera política industrial de dimensión europea.
“La Alianza viene advirtiendo desde hace tiempo de la necesidad de que la Unión Europea articule un modelo de financiación permanente que permita abordar las inversiones necesarias para continuar avanzando en la transición tecnológica y ambiental del tejido productivo europeo hacia la neutralidad climática en 2050, y, por tanto, apostar por la reindustrialización sostenible de Europa”, han explicado. “Unas inversiones estimadas en 800.000 millones euros anuales, como bien apunta el informe de Draghi”, destaca Reinoso, para quien esta herramienta de financiación constituiría una garantía para una distribución eficaz orientada a incrementar la competitividad de la UE a escala global.
Además, para la Alianza, este marco de apoyo a la inversión debe contribuir “a incrementar de forma competitiva y equilibrada las capacidades de producción de los distintos Estados miembros con el fin de incentivar de forma eficiente las inversiones estratégicas en sectores industriales críticos para reducir la dependencia de otras economías”.
“No basta con más ayudas sin una dimensión comunitaria”, ha advertido Carlos Reinoso en nombre de la Alianza, que alerta de que “mayores ayudas nacionales, dirigidas por los Estados, van en detrimento de países con menor capacidad fiscal y de financiación para poder desplegar esas ayudas. Así, la integridad del mercado único se ve amenazada por el desigual apoyo que los países de la UE están dando a sus industrias”, asegura el portavoz de la Alianza, para quien esto genera una acusada distorsión competitiva.
Y es que, a lo largo de todo el informe, “se infiere la necesidad de dar un acelerón a la integración del mercado único europeo como factor clave para empujar la competitividad europea”. Tanto en el informe, como para la Alianza, los beneficios de la unión se traducirían “en cadenas de suministro más resilientes, la movilización de un mayor volumen de recursos financieros privados, y permitiría a pequeñas y grandes compañías beneficiarse de sinergias y economías de escala”.
Por otra parte, el informe aboga por un plan conjunto de descarbonización y competitividad industrial, si bien advierte de los riesgos de no aprovechar la ventaja competitiva que puede suponer para Europa el proceso de descarbonización de la industria. “Puede representar una oportunidad única si sabemos aprovecharla, pero requiere de una coordinación adecuada de las políticas para culminarla con éxito, de lo contrario, tal y como advierte el informe, puede ejercer un efecto boomerang y volverse en contra. En este proceso también será necesario que esta descarbonización se afronte desde un enfoque tecnológicamente neutro”, señala Carlos Reinoso.
La Alianza coincide con Draghi en que, para relanzar la industria europea, “el primer paso es reducir los precios de la energía, más cara en Europa que en otras áreas del mundo”.
“Si sumamos el mayor coste energético que soporta la industria europea respecto a sus principales competidores, al hecho de que la UE respeta escrupulosamente las reglas del libre comercio, a diferencia de ellos, el resultado es que Europa parte de una posición de desventaja en la carrera por la competitividad”, explica Carlos Reinoso.
Por último, otro aspecto fundamental para que la industria europea, y particularmente la española gane competitividad, “es la necesidad de reducir y simplificar la excesiva burocracia de los procesos administrativos que sufren las empresas industriales, aspecto que supone una gran barrera para su desarrollo y que contribuye a la deslocalización”.
Así lo reconoce el informe, que aboga por reformar y simplificar los mecanismos de funcionamiento de la UE a través de una mayor coordinación y una reducción de los obstáculos regulatorios para avanzar en eficiencia y agilidad en la toma de decisiones y reducir la burocracia. “Estos cuellos de botella en países como España están lastrando la inversión industrial”, advierte Carlos Reinoso.
“Con todo ello, Europa se encuentra en el momento del génesis de una nueva era para el futuro de su industria”, destaca Carlos Reinoso, para quien “los pasos que den los Estados miembros en este sentido son determinantes para asegurar que ese futuro sea más o menos prometedor”. Según Reinoso, los gobiernos de los países miembros deben tomar buena cuenta de las propuestas presentadas esta semana por Draghi, y trasladar a sus legislaciones nacionales una implementación precisa de la hoja de ruta trazada desde Bruselas, donde la financiación del proceso de transformación industrial debe ser uno de los ejes centrales.
“En el caso concreto de España, creemos que se están dando los primeros pasos en esta línea, como muestra el Anteproyecto de Ley de Industria presentado en julio”, valora el portavoz de la Alianza, para quien “las intenciones que muestra el Gobierno son positivas, no obstante, sin la debida concreción y los recursos financieros necesarios, corremos el riesgo de que se quede en eso, en intenciones”, advierte.
La AEGE considera “interesante” el informe
Para la industria electrointensiva, el informe Draghi “es muy interesante y coincidimos con su diagnóstico. El crecimiento de la economía europea está en riesgo por falta de competitividad, entre otros, de la energía, lo que pone en riesgo la actividad industrial, un hecho que venimos señalando desde hace tiempo y que, en nuestro caso, se está traduciendo en una menor actividad”, ha señalado para industry TALKS Pedro González, director general de AEGE.
“Esperamos que el informe sirva de hoja de ruta para la nueva Comisión Europea con el objetivo de poder revertir la situación crítica de la industria europea y, en especial, de la española”, ha añadido.
“Es muy interesante, acertado y oportuno. Llega justo cuando se va a constituir la nueva Comisión Europea”, han señalado desde la Asociación de Empresas con gran consumo de energía.
“Esperamos que el contenido sirva para abrir un debate que permita revertir la situación”, han concluido.