EDITORIAL

Ley de Industria, la gran ausente en el pacto PSOE-Sumar

Redacción

industry TALKS

Pese a las dificultades a día de hoy para asegurar una renovación del Gobierno del PSOE en este caso en coalición con el agregado de 20 formaciones políticas que conforman Sumar, merece la pena analizar el pacto firmado públicamente entre ambas entidades ya que puede ser la antesala de un programa para la próxima Legislatura. En materia de industria encontramos la apuesta por la continuidad en las políticas iniciadas con el objetivo de ganar en autosuficiencia industrial como país. Y una autosuficiencia basada en un tejido productivo sostenible. A lo largo del texto encontramos mención al desarrollo de normas ya conocidas y el anuncio de nuevas leyes, pero hay una gran ausencia, la postergada renovación de la Ley de Industria.

La nueva Ley de Industria es reclamada por todos los sectores productivos del país ya que, como hemos explicado y recordado en industry TALKS en numerosas ocasiones, la anterior data de 1992. En la nueva norma han participado asociaciones de todos los sectores, sindicatos, Gobierno… llegando el anteproyecto de Ley a pasar el dictamen del Consejo Económico y Social. Recientemente los sindicatos volvieron a reunirse con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para retomar el trámite, sin embargo, a la vista del pacto, no parece estar entre las prioridades de los principales actores del posible nuevo Gobierno.

En industry TALKS defendemos que la industria lo mueve todo y no puede se puede invisibilizar ni descuidar. Con todo, hay que mencionar, por supuesto, las referencias al tejido productivo que realizan PSOE y Sumar para trabajar en los próximos cuatro ejercicios si logran el apoyo suficiente en el Congreso de los Diputados.

El texto hace referencia a la “culminación del proceso de modernización de nuestro tejido productivo asociado al despliegue de los fondos Next Generation”. En medio de las críticas recibidas por la lentitud en el desarrollo de los conocidos PERTEs, hacen referencia a la “aceleración” de la aprobación y ejecución de los fondos pendientes, “garantizando que la financiación llega a todo el territorio y a las empresas de menor tamaño, y terminaremos de desplegar los proyectos estratégicos (PERTE) para situar a España entre los países europeos líderes en las tecnologías del futuro”.

Para reforzar el sector industrial, ambas formaciones políticas hacen hincapié en aprovechar “las ventajas que nuestro país tiene en la producción de energía renovable, limpia y barata, fomentando con ello nuestra autonomía estratégica. Apostaremos además por la producción de aquellos bienes, servicios y materias primas en los que ya tenemos una ventaja competitiva consolidada o en los que debemos tener una capacidad mínima de fabricación dada su importancia para la economía del futuro. Lo haremos fomentando la circularidad y la eficiencia en el uso de los recursos como una de las vías fundamentales para favorecer la resiliencia de nuestras empresas y elevar su productividad”.

En materia de transformación digital la vinculan con la energética “aprovechando la potencialidad de nuestro tejido productivo, de forma que se despliegue una política industrial que favorezca la mayor participación posible de las empresas radicadas en España en la producción de los componentes necesarios para estos procesos de modernización económica”.

Por ello, la política industrial del posible Gobierno tiene un color: “Un eje esencial de la política industrial será la Estrategia ‘España, Potencia Industrial Verde’, promoviendo la reindustrialización de España, el refuerzo de capacidades productivas y la cadena de valor asociada a la transición energética y el aumento del empleo de calidad mediante el impulso de las oportunidades que ofrece la transición energética, en el contexto de revisión de la globalización que se está produciendo. En este sentido, desplegaremos la hoja de ruta de gestión sostenible de las materias primas para reforzar la autonomía estratégica española y europea en esta transición”.

Se desarrollarán “todos los instrumentos de la Ley de Startups para apoyar la innovación en el tejido productivo, convirtiendo a España en un referente a nivel europeo y atrayendo nuevas inversiones”. Todo ello reforzando igualmente el acceso a recursos económicos, revisando “los instrumentos financieros al servicio del sector productivo (ICO, CDTI, ENISA y otros) con el objeto de mejorar la eficacia de la Administración Pública para financiar e impulsar proyectos de transformación económica, en concreto aquellos relacionados con la transición ecológica y la reindustrialización, contribuyendo al desarrollo de proyectos industriales y empresariales”.

Si buscan alguna medida en concreto, habrá que esperar a un programa de Gobierno más desarrollado, de momento hay que conformarse con generalistas cantos al Sol.

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