El nuevo paquete legislativo que regula los requisitos para la elaboración de informes de sostenibilidad, aprobado a principios de este año, ha cambiado sustancialmente la manera en que las empresas europeas comunican lo que hacen en esta materia, explican en la asociación.
En concreto, la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD, por sus siglas inglés) y el paquete de normas que la desarrolla (ESRS, por sus siglas en inglés) “van a repercutir directamente en las metodologías de trabajo”.
En relación a la aplicación de este nuevo paquete legislativo europeo, el sector siderúrgico parte de una situación de ventaja, principalmente, por estar ya sometido a la regulación en materia de reporte de información y, por estar afectado por la Ley 11/2018, “la norma más estricta de la Unión Europea en materia de reporte de sostenibilidad”.
Asimismo, para las empresas españolas esta nueva directiva europea no va a suponer un cambio sustancial porque “la antigua Directiva sobre información no financiera (NFRD, por sus siglas en inglés) por la que se regían los EINFs, y que fue traspuesta a nuestro ordenamiento jurídico por la Ley 11/2018, ya incluía muchos de los requerimientos que esta nueva CSRD recoge”. En su momento, la Ley 11/2018 amplió el alcance de la Directiva NFRD, y las empresas españolas tuvieron que realizar un esfuerzo adicional, que no hicieron otras empresas europeas, en materia de información de sostenibilidad.