“La estrategia no termina en la tramitación; es un proceso que no acaba nunca y el elemento crítico es la ejecución”, declaró la ponente.
Lo fundamental para la ejecución, en su opinión, es disponer de un equipo multidisciplinar correctamente dimensionado y formado con competencias, aptitudes y capacidades de aprendizaje. También les interesan los perfiles híbridos fuera del ámbito STEM.
En este sentido, Cuenca se decantó por el on the job training, un método práctico para adquirir nuevas competencias y habilidades laborales en el mismo puesto de trabajo, consistente en enfrentarse a simulaciones de los retos que se producen en su actividad diaria pero con nuevas maquinarías o materiales.
El software cuántico es una tecnología emergente que tiene aplicaciones para clientes reales (grandes corporaciones) en sectores estratégicos como las finanzas, la energía o la ciberseguridad, corporaciones que necesitan resolver problemas o retos.
Cuenca compartió con la audiencia cuatro ideas a modo de resumen:
1.- Las patentes son elementos claves de valor, activos intangibles difíciles de valorar y de poner un número.
2.- Patentar es un proceso largo, con costes. En este sentido, dijo, hay que diferenciar entre coste e inversión. “La patente supone un coste en corto plazo, pero una inversión en largo plazo que ayuda a la sostenibilidad y a la rentabilidad”.
3.- Es clave contar con una estrategia. Citando a una catedrática de la Harvard Business School, explicó que, si no se hace bien la estrategia, todo lo demás estará en riesgo. “La estrategia debe ser flexible y no quedarse en la formulación”.
4.- insistir y destilar el sentimiento de urgencia que viene parejo a la 4ª revolución industrial. Vivimos tiempos acelerados, recalcó, y “los que vayan por delante patentando serán los líderes de esta revolución; los que no patenten tendrán difícil seguir patentando”.