Asimismo, atienden a un total de 1.800 pequeñas y medianas empresas para un consumo energético gasista en la región de 14 teravatios hora de energía anual.
En cuanto a las oportunidades para el desarrollo de nuevas energías, establece que en Asturias hay dos. La primera, el biometano un “claro ejemplo de economía circular”, ya que transforma residuos en productos con un “valor relevante: la energía y los fertilizantes”. En cuanto a este proceso explican que es necesario la biometanización, es decir, la “transformación de cualquier residuo orgánico en gas” mediante la descomposición. Centrado en Asturias, el potencial generador lo sitúan en 1.5 teravatios. La segunda es la producción de hidrógeno donde Asturias tiene “todos los ingredientes para conseguirlo”.
En cuanto a la demanda industrial no electrificable la valoran de “muy importante en Asturias”, especialmente las relacionadas con “procesos térmicos de lata temperatura” los cuales requieren de soluciones basadas en gases renovables las cuales aseguran que estarán alrededor del “biometano y del hidrógeno”.