Estas propuestas “pretenden impulsar el cambio de paradigma del sector del auto” el cual transita hacia un “nuevo sector de la movilidad sostenible”, así como “convertir los retos de ese cambio” en oportunidades para “ganar soberanía industrial y reindustrializar” los territorios que llevan “décadas perdiendo tejido industrial”, para atraer al país a una nueva cadena de valor para una movilidad sostenible y con un eje principal de la política industrial del país.
Asimismo, advierten de la importancia de la economía circular, además de la oportunidad de generar empleo, así como la dependencia de materias primas de España, para hacer la industria más competitiva. En línea con esta competitividad, han resaltado la cualificación de “las y los trabajadores del sector”, con una necesidad de “apostar por un modelo de formación pública dual de calidad”.
Estas y otras medidas han sido recogidas y propuestas para “impulsar la industria de automoción”, pretendiendo apostar por un modelo económico, cuyo motor sea “la industria sostenible en general y la industria de la movilidad sostenible en particular”, lo cual afirman que solo será posible “con coordinación interministerial y fomentando la cogobernanza y el dialogo social”.