Este descenso de las importaciones se debe “al retroceso de los proveedores europeos”. Procedentes de la Unión Europea, han procedido 5,6 millones de toneladas lo que supone un -7%, una de las cifras más bajas. La caída del suministro de proveedores tradicionales como Francia del -13,0% e Italia del -3,9%, explican esta tendencia.
Por el contrario, los ex comunitarios “consolidan su recuperación”. Las importaciones que proceden de esta región han crecido un 4,3%, lo que suponen 4,2 millones de toneladas, el valor más alto de los últimos 15 años. Los proveedores terceros “no han dejado de crecer a costa de los socios comunitarios” alcanzando en 2022 el “mayor peso de toda nuestra serie”, un 43% del total.
Los principales beneficiados son los socios asiáticos. Esta región, incluyendo Oceanía, han llegado 2,5 millones de toneladas, el 30,8%, en parte por los fuertes aumentos de Taiwán, un 28,4% hasta 56kt; Japón 130,4%lo que equivale a 406kt; China 35,1% hasta 370kt, y Corea del Sur 42,8% igual a 290kt. En la región extracomunitaria de Europa y en África se ha observado un descenso del 29,3% y del 14,2% respectivamente. La guerra de Ucrania (-65,4%) y Rusia (-36,2%) influye en esta disminución, así como el ajuste de las importaciones de Egipto (-19,4%), tras los “altos niveles” registrados el año anterior.
Si analizamos por productos, el descenso es generalizado. De carácter más limitado en el caso del producto “más importado”, las bobinas laminadas en caliente con casi 2,7 millones de toneladas, lo que suponiendo un descenso del -1,9%. El segundo producto las chapas recubiertas con 1,9 millones de toneladas, el -9,8%. Y, finalmente, la balanza el corrugado y las chapas gruesas han subido un 7,4% y 5,6%, respectivamente.