Los clústeres son agrupaciones naturales de empresas alrededor de una temática como Silicon Valley. Son capaces de crear sinergias a través de universidades, centros tecnológicos o capacidades comunes que les facilitan el crecimiento y la competitividad. En Europa hay 3.000 clústeres naturales. Cuando esa estructura de colaboración se estructura a través de un equipo y una entidad legal y se le aplica una metodología colaborativa ya desarrollada durante los últimos 30 años, entonces pasa a ser una organización clúster. En Europa ahora hay registradas 1.100 organizaciones clúster. Y están activas en todos los entornos empresariales, incluso de finanzas, por ejemplo, en Irlanda.
La European Clusters Alliance reúne a 22 asociaciones nacionales de clústeres, aglutinando a más de 900 clústeres a nivel europeo, 150.000 empresas e instituciones como universidades, representando 63 millones de empleos, lo que implica un peso muy significativo a nivel económico continental.
A nivel nacional, España cuenta con 172 clústeres registrados. “Las regiones más fuertes en políticas clúster, aparte de lo que digan las estadísticas, son Euskadi y Cataluña. Las dos las comenzaron hace más de 30 años, y con una estrategia muy fuerte en su desarrollo y con excelente calidad”. En 2021, según desveló Novo, el 45% del PIB español se generaba en empresas directamente integradas en entornos clúster. “Entendemos que esas son las empresas más innovadoras”.
Novo destacó que en la Conferencia de Clústeres Europeos celebrada en noviembre en Praga se dijo que España era la nueva campeona de la sostenibilidad. “Somos los primeros o los segundos en número de proyectos aprobados en la mayoría de las convocatorias a los que los clústeres acuden”, admitió. “Tenemos un prestigio”.
La European Clusters Alliance es uno de los 80 miembros del Foro Industrial Europeo, el lugar donde se discuten todas las principales políticas industriales de la Comisión Europea. Hay un grupo de representantes por cada país más las principales asociaciones industriales europeas como las de Defensa, Automoción o Medicina.
Europa ha decidido invertir en 14 ecosistemas industriales; no son propiamente sectores, e incluyen las industrias digitales, electrónicas, culturales y creativas, el turismo, la movilidad automovilística, el sector aeroespacial y de defensa, la construcción, el sector agroalimentario, las industrias de alto consumo energético, los textiles, la salud, las energías renovables, el comercio minorista y la economía social y de proximidad. Son los considerados prioritarios y en ellos la Comisión está creando Transition Pathways (Caminos hacia la Transición), que vienen a ser los planes estratégicos y las principales inversiones europeas a siete años vista.
Todo eso se discute en el Foro Industrial Europeo, explicó Novo, y las decisiones se acuerdan, en un proceso de co-creación, no sólo con los estados miembros sino también con las entidades industriales. “Desde los clústeres trabajamos muy intensamente para trasladar a esos Transition Pathways nuestras prioridades”, explicó el nuevo iTALKER.
“No tenemos mucha dinámica en España de aportar a estos planes estratégicos europeos y es una tendencia que debemos cambiar, porque se deciden miles de millones de euros”, remarcó.