Las prioridades son impulsar el binomio industria-sostenibilidad; inyectar innovación en el tejido empresarial; y mantener el mejor ciclo exportador de la historia de Galicia; además de hacer que los proyectos de inversión en Galicia tengan a su disposición todos los incentivos y todas las medidas de acompañamiento necesarias, con figuras como los proyectos industriales estratégicos y de interés autonómica y las iniciativas empresariales prioritarias.
Así, el vicepresidente económico recordó además que Galicia cuenta con una ley que simplifica los tiempos de tramitación de los proyectos y alivia de cargas burocráticas a las empresas, y en el plano de la inversión, con una Agenda Financiera dotada con 140 millones de euros para apoyar la solvencia y dar liquidez al tejido empresarial gallego.
Dichas actuaciones se desarrollan en línea con la Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3), la credencial ante Europa para acceder a los fondos comunitarios. Uno de los objetivos de esta hoja de ruta es que la inversión en I+ D consiga el 2% del PIB en 2030.
Además, Conde señaló que Galicia cuenta con más de una treintena de proyectos industriales, que gracias a las medidas adoptadas por la Xunta y al trabajo de casi dos años con el tejido empresarial y con los centros de conocimiento, están en condiciones de acceder a los fondos Next Generation.
Estos proyectos transformadores y maduros se vinculan con la economía circular, como el de Altri o la planta de fabricación de fertilizantes de Reganosa, Repsol y Naturgy; con las nuevas fuentes de energía renovables, como la planta de hidrógeno verde de Reganosa y EDP en As Pontes; o el de Nervión de estructuras para eólica offshore.
Asimismo, la biotecnología, con las iniciativas de Zendal, Indukern y Lonza; el sector agroalimentario, con Estrella Galicia, Profand y Jealsa impulsando proyectos; y la movilidad del futuro, con Stellantis o Showa Denko, son otros de los ámbitos en los que se centran los proyectos industriales que Galicia tiene en cartera.