El objetivo principal es adaptar el parque de edificios a los retos europeos de sostenibilidad marcados por la UE, teniendo en cuenta sus características y capacidad de mejora. El reparto se realiza en función del número de hogares según el censo de 2020.
Asimismo, las ayudas hacen referencia al componente 2 ‘Implementación de la Agenda Urbana española: Plan de rehabilitación y regeneración urbana’ del Plan de Recuperación Transformación y Resiliencia. Con estos fondos se financian el programa de ayuda a las actuaciones de rehabilitación a nivel de barrio; el programa de apoyo a las oficinas de rehabilitación; el programa de ayuda a las actuaciones de rehabilitación a nivel de edificio.
Además, también se financia el programa de ayuda a las actuaciones de mejora de la eficiencia energética en viviendas; el programa de ayuda a la elaboración del libro del edificio existente para la rehabilitación y la redacción de proyectos de rehabilitación; el programa de construcción de viviendas en alquiler social en edificios energéticamente eficientes y el programa de impulso a la rehabilitación de edificios públicos de Comunidades Autónomas (PIREP).
Según la consejera de Agricultura Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población, Eva Hita “la rehabilitación energética potencia la eficiencia energética, aumenta el ahorro energético, reduce las emisiones de gases efecto invernadero y mejora nuestra calidad de vida”.
Finalmente, Hita ha apostado por la necesidad de desplegar “una importante labor de divulgación para permeabilizar en la sociedad los beneficios de la rehabilitación residencial para el cumplimiento de los compromisos de ahorro energéticos y como apuesta por una recuperación sostenible en lo social, económico y medioambiental”.