“Los envases biodegradables ofrecen ventajas competitivas para productos como las cápsulas de café o monodosis de otros alimentos como pueden ser las salsas, ya que son productos con un alto contenido orgánico en los residuos que generan y su envase debería ser diseñado para que pueda degradarse con ellos. Este tipo de alimentos presenta una vida útil larga, hasta de un año, y las soluciones de envase biodegradable que existen en la actualidad presentan limitaciones”, señala Sofía Collazo, quien lidera las investigaciones de Biodegradación y Compostabilidad en AIMPLAS.
Estos nuevos desarrollos, además de ser biodegradables, presentan propiedades barrera que protejan y alarguen la vida útil de los alimentos envasados. Asimismo, AIMPLAS investiga en este proyecto un novedoso método acelerado para el análisis del proceso de biodegradación que permita reducir a la mitad el tiempo de estudio de este proceso en las nuevas estructuras.
El desarrollo de estos nuevos métodos para conseguir reducir el tiempo de los estudios de biodegradabilidad es relevante no solo para el desarrollo del proyecto, sino para facilitar a las empresas que realicen un cribado de muestras eficaz y así poder elegir el producto más adecuado para poner en el mercado.
En esta iniciativa, el centro tecnológico trabaja en colaboración con las empresas Ducplast, Vallesplastic, ITC Packaging, Papel Plast Pack y Gaviplas.