Así las cosas, durante la mayor parte del pasado año la producción mensual fue mayor que la comparable de 2020, salvo en noviembre y diciembre, meses en los que la subida del precio de la electricidad afectó a la producción haciéndola menor que en los mismos meses del año anterior.
En relación a la chatarra reciclada en los hornos siderúrgicos, este concepto ha crecido el 21,9% en 2021, hasta 11,1 millones de toneladas, dos millones más que en 2020. También supera en un 6% a 2019.
Las entregas totales han sido 13,8 millones, en este caso el crecimiento ha sido menor que la producción (13%) igual que fue menor la caída el año pasado. Lo mismo sucede con las entregas en España, que han sido 7,1 millones y han crecido un 11,4%. El mercado que mejor se ha comportado ha sido el europeo, con una subida del 22,9% en las entregas a la UE, informa UNESID.
La demanda de productos siderúrgicos ha sido de 13,1 millones de toneladas, subiendo un 12,1% con respecto a 2020, año en el que se perdió un 11,7%, así que el consumo se ha quedado muy cerca de los 13,2 millones de 2019.
Para la industria siderúrgica española, el ejercicio de 2021 ha sido, desde el punto de vista industrial, un año de recuperación volviendo a cifras pre-COVID. Andrés Barceló, director general de UNESID, considera que “pese a que la COVID-19 ha permanecido en 2021 con sus dañinas consecuencias humanas, sociales y económicas, y aún persiste, el sector ha sabido dar respuesta al aumento de demanda superando los problemas energéticos, operativos y logísticos, hasta emular las cifras alcanzadas en 2019″.
En el arranque de 2022, sin aún apenas datos significativos, Barceló considera que “aunque el año arranca con buena perspectivas y confiamos en que se consolide el mercado que vimos en 2021, los precios de la electricidad y del gas suponen una amenaza muy grave para nuestro sector”.