ENTREVISTA

Francisco Javier López Marcano, consejero de Industria de Cantabria: “El reto está en favorecer la tramitación de proyectos de energías renovables y ayudar económicamente a proyectos industriales”

Incorporar a sus negocios la transición energética reafirma la buena adaptación que está llevando a cabo el tejido productivo de Cantabria en dicha transición, e incluso percibe como una ventaja competitiva “maximizar su eficiencia energética o maximizar el empleo de energías renovables”, según ha destacado el consejero de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio del Gobierno de Cantabria, Javier López Marcano en entrevista con industry TALKS. Además, debido al polo de producción de hidrógeno que dispone Cantabria, muestran un especial interés para “poder generar valor que se exporte y genere economía”, señaló Marcano.

¿Cuáles son las áreas industriales más importantes de Cantabria y cómo están evolucionando?

En Cantabria destacan sectores industriales de gran madurez como pueden ser el sector de transformación metálica y metalurgia, componentes de automoción y químico. Estos sectores se caracterizan por la existencia de varias grandes industrias tractoras asociadas a un amplio número de pymes que cierran la cadena de valor. Las grandes empresas favorecen que el tejido productivo cuente con una gran capacidad competitiva y de internacionalización. Estas empresas están encarando de forma decidida los retos de digitalización, diversificación y sostenibilidad.

Junto con estos sectores, en nuestra región podemos encontrar con otros emergentes como puede ser las empresas asociadas a las tecnologías de la información y comunicaciones. Un aspecto interesante de estos sectores emergentes es la existencia de empresas de tamaño mediano que están acelerando su crecimiento, que cuentan con una base tecnológica y que son capaces de penetrar en mercados internacionales.

¿Cómo se está adaptando Cantabria a la transición energética?

El tejido productivo de Cantabria asume la necesidad de incorporar en sus negocios la transición energética, e incluso percibe como una ventaja competitiva maximizar su eficiencia energética o maximizar el empleo de energías renovables, por lo que observamos unas cifras récord en inversiones para adaptar y renovar líneas productivas, y hacer más sostenibles sus productos.

El reto está en favorecer la tramitación de proyectos de energías renovables y ayudar aún más económicamente grandes proyectos industriales de descarbonización para evitar que esta oportunidad se convierta en amenaza. La transición energética en un contexto de una industria muy intensiva en energía es un itinerario y desafío que cuando se acelera más allá de la lógica del retorno industrial puede suponer un deterioro de la competitividad para estas empresas frente a sus competidores de otras áreas geográficas que tienen menores criterios medioambientales para producir los mismos productos.

¿Cómo está evolucionando el hidrógeno renovable en la región?

En primer lugar, podemos destacar que Cantabria ya dispone de un polo de producción de hidrógeno entorno a la industria química presente en Torrelavega. El primer desafío se encuentra en que ese hidrógeno se alimente completamente de energías renovables. Complementariamente, estamos trabajando para traicionar la demanda pues es esencial encontrar aplicaciones y usuarios finales para los desarrollos que se están planteando. En este sentido, nuestras industrias energéticamente intensivas están observando el potencial del hidrógeno, en el entorno del transporte comarcal están surgiendo oportunidades para el desarrollo de experiencias piloto. Por último, tenemos especial interés en el hidrógeno por el potencial de nuestro tejido productivo y por nuestras capacidades tecnológicas, de forma que podamos generar valor que se exporte y genere economía.

En cuanto a los fondos Next Generation, ¿qué proyectos tienen?

Los fondos Next Gen se desglosan en un gran número de convocatorias estatales a las que pueden acceder las empresas, normalmente presentando solicitudes a través de consorcios. En Cantabria hemos logrado que nuestras industrias o clústeres sectoriales formen parte activamente en distintos consorcios que se han presentado o están preparándose a las convocatorias del PERTE del Vehículo eléctrico y conectado, convocatorias de H2V del PERTE Renovables, H2 y almacenamiento, PERTE Naval, etc.

¿Cuáles son las demandas ante la Administración Central en materia de infraestructuras y comunicaciones, accesibilidad digital, etcétera, para apoyar la política industrial de Cantabria?

Tal y como ha expresado en varias ocasiones nuestro presidente, Miguel Ángel Revilla, las demandas más importantes de Cantabria en materia de infraestructuras se refieren al apoyo para hacer realidad el Centro Logístico e Industrial de La Pasiega, que será un foco fundamental de atracción de empresas y de desarrollo económico. Su construcción supondrá una inversión de 120 millones de euros e incluirá una estación intermodal de 1,5 kilómetros, cuya construcción ha sido comprometida por el Gobierno central, y que además desatascará las posibilidades de expansión del puerto de Santander. Otra de nuestras reivindicaciones es la conexión ferroviaria con Bilbao con un tren que permita conectar Cantabria con la Y vasca, con Europa y con el valle del Ebro, y que tendría paradas en Laredo y Castro.

¿Cómo se está fomentando la colaboración público-privada en la región?

Fomentamos la colaboración a través de una doble dinámica. Por una parte, dentro de nuestro ecosistema aprovechando los clústeres sectoriales disponibles o las plataformas que hemos creado en este último año, tales como la Plataforma del Hidrógeno de Cantabria, la Plataforma Regional de Blue Economy, o el proyecto Cantabria Digital Innovation Hub. Esto nos permite que nuestro sistema industria-tecnología esté preparado para generar proyectos singulares que sean susceptibles de aplicar a convocatorias competitivas. Como sabemos que esos proyectos exigen colaboración, la segunda dinámica se basa en lograr que nuestro ecosistema se vincule con otros. Venimos haciendo un esfuerzo de colaboración con otras comunidades autónomas. Un ejemplo es la constitución del Supercluster Atlantic Wind sobre energías marinas limpias con las comunidades autónomas de Galicia y Asturias.

¿Cómo afrontan la transformación digital en la región?

Cantabria cuenta desde 2016 con el Plan de Factoría de Futuro, uno de los primeros planes integrales de desarrollo de acciones de digitalización industrial que se puso en marcha en España coordinado con otras regiones europeas y con el Plan Industria Conectada del Ministerio de Industria.

El plan se centra en tres ejes esenciales y 2017 hemos venido desarrollando diferentes acciones en cada uno de los ejes que son Formación y Divulgación, Colaboración y Posicionamiento y Crecimiento y Consolidación.

Desde su primera convocatoria y hasta 2021 se han apoyado un total de 124 proyectos que han generado una inversión inducida de 16.294.027 euros, con una subvención total de 5.267.269 euros.

El plan además se apoya en una colaboración plena con el ámbito industrial y con los clústeres regionales y con la Universidad de Cantabria y el desarrollo de una línea prioritaria de digitalización en nuestra estrategia de especialización Inteligente.

Además, complementa a las acciones desarrolladas en las líneas INNOVA y del Cheque de Innovación que ha aprobado 269 proyectos en los últimos cinco años con una subvención de 1.773.591 euros. También llevamos trabajando con el Ministerio de industria en todo el programa de Industria Conectada, y de hecho hemos firmado cinco convenios de colaboración con el ministerio para la puesta en marcha de diferentes herramientas de digitalización industrial. Además, participamos en proyectos europeos de digitalización: DEVISE, DIGITAL REGIONS, TIDE y SAFER.

¿Están resultando efectivas las ayudas para las electrolineras?

En el ámbito de la puesta en marcha de infraestructuras de recarga para la movilidad sostenible en Cantabria se viene trabajando de forma coordinada en varias direcciones. Por una parte, estimulando la puesta en marcha de puntos de recarga particulares y electrolineras mediante nuestra gestión del programa MOVES III. Las electrolineras con puntos de recarga ultrarrápidos se enmarcan dentro de una acción coordinada de los gobiernos autonómicos de la España verde para generar corredores de movilidad sostenible en nuestras vías de comunicación de gran capacidad.

Por otra parte, mediante una estrategia conjunta del Gobierno de Cantabria ya se está extendiendo una amplia red de infraestructuras en las zonas interiores de Cantabria, en núcleos rurales, espacios de interés turístico y zonas próximas a otras vías de comunicación. De esta forma se están creando las condiciones para que nuestros municipios puedan ofrecer estos servicios a los vecinos donde la iniciativa privada posiblemente no llegue, y también sirvan de soporte para los visitantes que se acercan a activos turísticos en la Cantabria menos poblada.

Con respecto a la necesidad de nuevos profesionales, ¿cómo se está abordando en materia de educación en la formación profesional y en la enseñanza universitaria en Cantabria?

El impulso dado esta legislatura a la Formación Profesional no tiene precedentes. Se ha producido un cambio de mirada hacia estas enseñanzas que es cierto que ha tardado en nuestro país, pero que ya, afortunadamente, es imparable. A la puesta decidida y firme del Gobierno de Cantabria se suma el impulso dado desde la Unión Europea, que ha priorizado la Formación Profesional en la gestión de los fondos postpandemia, y también la nueva Ley de Formación Profesional.

Este curso ha habido en Cantabria más titulaciones, más plazas y más docentes que nunca, y el curso próximo se seguirá incrementando tanto la oferta como los recursos. El diálogo con las empresas es constante, porque la FP sólo tiene sentido en plena conexión con el tejido productivo.

Además de los fondos europeos MMR, que son finalistas en el ámbito educativo, Cantabria ha decidido allí donde tenía margen de decisión, que de los 96 millones de fondos React 12 se destinen a la creación de una red de centros integrados de FP en áreas tan importantes como la energía y el medio ambiente, la industria 4.0, la industria agroalimentaria y el sector náutico-pesquero. Se han implantado, además, por primera vez, nueve cursos de especialización, destinados alumnos ya titulados en FP en ámbitos de presente y futuro para esta tierra: inteligencia artificial y big data, digitalización del mantenimiento industrial y fabricación inteligente, entre otros.

El tejido productivo cántabro, las empresas, son conscientes de su papel en la mejora de la FP: el alumnado se beneficia de su implicación, pero la propia empresa también, porque entra en contacto con un alumnado que tiene una altísima cualificación técnica. El curso 2021-2022, 1.561 empresas cántabras acogieron a un total de 3.283 alumnos y alumnas para la realización de su periodo de formación en centros de trabajo. Además, hay en vigor 153 convenios de FP Dual con 84 empresas.

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